Apps de transporte de pasajeros: Así funcionan las regulaciones en Colombia

Colombia es un país compuesto por 49 millones de personas, 49 millones de hombres y mujeres con sueños y necesidades, con aspiraciones y también con oportunidades, pero sobre todo, un país con gente que necesita transportarse. No es de extrañar entonces, que la Industria del transporte terrestre de pasajeros sea una de las más grandes del país, después de todo, necesitamos transportarnos de una forma u otra.

Dentro de este gran mercado que es el transporte de pasajeros, han surgido quienes buscan hacerse un nombre y ocupar un lugar, es así como la última década ha visto el nacimiento de al menos 7 aplicaciones de transporte masivo de pasajeros en Colombia, las cuales operan en las principales ciudades del país. En esta oportunidad, aprovechando la coyuntura del revuelo que ha generado la retirada de Uber (empresa líder de la categoría) de Colombia, estudiaremos qué ha pasado exactamente con estas apps para que en caso de que quiera usarlas o trabajar para alguna de ellas, conozca un poco del contexto y pueda tomar una decisión informada o al menos, unirse a una conversación con buenos argumentos.

Desde su llegada a Colombia, las apps de transporte de pasajeros han llamado mucho la atención, creando un gran debate sobre su forma de operación, debate que se ha centrado alrededor del hecho de que no exista una regulación para este tipo de apps, lo que nos lleva a la primera pregunta importante, ¿Son o no ilegales las apps de transporte masivo de pasajeros en Colombia?

Antes de responder lo anterior, es importante aclarar que en esta respuesta importa más la comprensión del lenguaje que la ley misma, ya que decir que este tipo de apps de transporte son ilegales es una verdad a medias, puesto que, de hecho, el debate se centra alrededor de que no existe una regulación para estas apps, así que más allá de ser o no ilegales, su estado es “Al margen de la ley o no reguladas”. Frente a esto, las compañías dueñas de las apps de transporte masivo han solicitado al Ministerio de Transporte la creación de una nueva categoría que los cobije y los regule, solicitud que no ha prosperado hasta el momento.

Con lo anterior, podemos entender entonces que si bien las apps de transporte masivo no son ilegales, tampoco son legales ya que no están reguladas y no entran en ninguna de las categorías actuales. Entendiendo esto, podemos pasar a la siguiente pregunta, ¿Por qué no han sido reguladas las apps de transporte masivo? Para entenderlo, es fundamental comprender primero cuales son sus obligaciones:

  1. Aportar una plataforma que permita el enlace entre conductores y pasajeros.
  2. Revisar la idoneidad de conductores y pasajeros.
  3. Fijar tarifas.
  4. Crear medidas que propicien la seguridad de conductores y pasajeros.
  5. Establecer términos y condiciones para la operación.

Bajo este marco, comprendemos que es la app quien fija sus parámetros y que para su correcto funcionamiento cuenta con 2 actores: El conductor, quien es responsable de ofrecer su trabajo libremente según su disponibilidad, trabajo a cambio del cual la aplicación le da un porcentaje de pago por cada viaje realizado, y finalmente, el usuario, quien tiene la obligación de entregar información real sobre su identidad, pagar al prestador del servicio y acatar las normas de uso.

Conociendo lo anterior, surge entonces un nuevo problema, el hecho de que estas compañías no puedan ser consideradas como una simple plataforma ya que prestan un servicio público, pues más allá de ser un participante aislado, son ellas quienes determinan qué conductor se vincula o desvincula, fijan las tarifas, deben responder en caso de un percance y ¿Qué es una empresa de transporte público sino eso? Por su parte los directivos de estas compañías afirman que ellos son solo intermediarios, no obstante, hay que reconocer que su responsabilidad va más allá de conectar a personas.

En pocas palabras, el problema tiene 2 grandes puntos de inflexión, el primero, la inexistencia de un marco regulatorio, el segundo, la falta de unanimidad en los temas de los que se supone que la app debe hacerse responsable. Frente a esto, el Ministerio de Transporte se ha mantenido firme en que, de querer legalizarse y prestar un servicio sin inconvenientes, deberán ajustarse a la normativa actual y no que la normativa cambie para ajustarse a ellas, asegurando que lo mínimo con lo que deben cumplir es con lo que empresas como las de taxis o transportes especiales cumplen, responsabilidades que implican acatar las normas, normas como contar las pólizas de responsabilidad civil contractual y extracontractual, contar con el SOAT de servicio público, exigir a los conductores licencias especiales, hacer una verificación detallada del personal al que empleen, entre otros, es decir, se les exige cumplir con las mismas normas con las que el resto de empresas de transporte de pasajeros deben cumplir.

Para finalizar, solo nos queda decir que el tema de las apps es un problema al que aún le falta bastante diálogo y que si su necesidad es movilizarse en transporte público particular, lo haga a través de empresas de Transporte Especial de pasajeros, las cuales si se encuentran reguladas por el Ministerio de Transporte. Pregunte aquí por nuestros servicios de transporte terrestre de alta gama.

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